lunes, 3 de agosto de 2015

De la tridimensionalidad a la bidimensionalidad. El ilusionismo pictórico de Alexa Meade

Tras unos días de vacaciones sin internet y dos semanas sin ningún tipo de conexión en casa, la mano redactora de la Sección de Arte reanuda su actividad, en este radiante lunes de mediados de verano, con la presentación de una artista contemporánea, a la que "he descubierto" [en la red] -no, desgraciadamente no he tenido el placer de contemplar su obra en persona- hace apenas un mes -pese a que en realidad lleva ya varios años exponiendo por diversos lugares del mundo y, al parecer, cautivando y sorprendiendo a los espectadores allá por donde pasa- y desde entonces que no paro de encontrar su nombre por doquier, por lo que tal insistencia me ha parecido una clara señal del destino indicativa de que debía hablaros de ella.

<< Your body is my Canvas >> 
(Tu cuerpo es mi lienzo)
- Alexa Meade

Dicha pintora es Alexa Meade.

Nacida en Washington D.C en 1986 (29 años) y licenciada en Ciencias Políticas, nuestra protagonista en seguida descubrió que lo que realmente deseaba era ser artista. Y al parecer lo está logrando. 

Muchas personas hay que tengan talento, pero no todas consiguen tener el éxito suficiente como para ganarse su sustento viviendo por entero de sus creaciones artísticas -junto con otras actividades derivadas de ellas, como las conferencias-. En este caso, Alexa no sólo ha demostrado talento y técnica -imprescindible para lograr convencer de su ilusionismo-, sino también una increíble capacidad para impresionar y conmover al espectador y es, lo más probablemente, este último aspecto el que ha garantizado que su obra se esté dando a conocer en el mundo entero.  

Por el momento -pues aún es joven y su obra todavía puede dar muchos giros-, el rasgo más destacable de la obra de esta artista recae en un trampantojo (trompe-l'oeil) que se caracteriza precisamente por lograr el efecto contrario al que se proponía originalmente el recurso que llevaba a éste por nombre y que no quiere decir otra cosa que el  de "tender una trampa al ojo" o como se dice en francés, "engañarlo y hacer que se equivoque", creyendo ver lo que no es. Si bien, generalmente, este término se usa para referirse a pinturas que pretenden, mediante un engaño de perspectiva, hacer creer que las figuras, objetos o espacios que aparecen en el cuadro se salgan de él y otorguen una impresión de realidad y tridimensionalidad a algo que es y será siempre, forzosamente, bidimensional -como ocurre con la Pintura o el Dibujo-, Alexa Meade ansía y logra conseguir el efecto contrario, cubriendo a la realidad de una apariencia pictórica a fuerza de capas de pintura.


Hasta alcanzar este resultado, sin embargo, hay que decir que nuestra joven artista comenzó con una idea mucho menos ambiciosa, como es la simple aplicación de pintura negra sobre las sombras naturales de los objetos y figuras -que después de tantas publicaciones dedicadas al impresionismo ahora ya sabéis que son de todo menos negras- dotando, así, a la totalidad de las obras de cierta artificialidad o si se prefiere, despojándola de su antiguo aire de verosimilitud y realismo, aspecto que fue desarrollando y acentuando cada vez más hasta llegar a transformar por completo la realidad y hacer dudar al espectador de lo que está viendo. 

De hecho, su obra se podría situar en un espacio de frontera entre técnicas artísticas, pues si bien el medio es la pintura, la capacidad para transformar en otra la apariencia de los modelos  está más cercana a la caracterización de personajes o al body painting, mientras que la efímera temporalidad de sus obras la acerca más a un happening o a una performance, excepto por el hecho de que aquí no participa nadie más que la pintora y los modelos, y la necesidad de que la obra abarque no sólo a personas sino también un espacio, con su respectivo mobiliario y fondo que pintar y exponer, la vincula al trabajo de instalaciones. Por último, destacar que en la mayoría de estos casos, lo que sobrevive a la fugacidad de estas creaciones es una prueba fotográfica o bien fílmica, con la que se promociona y da a conocer -hablo de su página web y difusión en la red- y quien sabe -pues es algo que a estas alturas aún desconozco y sobre lo que me pregunto-, si al final la forma de comercializar su arte es mediante las reproducciones, lo cual suena un poco irónico, pues uno adquiere lo que aparenta ser una reproducción de una pintura -y para alguien que no sepa de qué se trata así sería-, mas no lo está comprando por la estética en sí, pues más fácil sería pintar lo mismo directamente sobre un lienzo, por lo tanto no se está pagando por la pintura ni por la reproducción de la pintura, sino que lo que se está valorando es el proceso que hay oculto detrás de la imagen.







Aquí os dejo una pequeña muestra de estas pinturas que cobran vida y movimiento cuando uno menos se lo espera:




A continuación, un último vídeo, titulado "Alexa Meade: Your body is my canvas" , en el que ella misma aparece hablando sobre su obra:





 

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