Una crítica muy extendida hacia el actual cine de gran espectáculo de Hollywood es su absoluta dependencia en los efectos especiales generados por ordenador. Desde que el CGI se convirtió en moneda de cambio, los grandes estudios no han parado de crear criaturas y lugares imposibles sin ninguna limitación física… aunque no siempre con los mejores resultados.
Si estás de acuerdo con nosotros en que los efectos artesanales de Tiburón (1975) siguen siendo más creíbles hoy en día que cualquier dinosaurio digital de Jurassic World, prepárate a sentir cómo tus ojos se derriten y tus dientes entrechocan al ver el siguiente montaje recopilatorio con algunos de los peores efectos especiales de todos los tiempos.
Tiburones digitales de risa (Deep Blue Sea, Mega Shark vs. Giant Octopus), cromas inenarrables (2013: Rescate en L.A., Air Force One, Muere otro día), accidentes automovilísticos disparatados (La hora de la araña), violaciones grimosas del físico de Dwayne Johnson (El regreso de la momia) y Elena Anaya (Van Helsing) y aberraciones directamente inexplicables (Mortal Kombat) a mogollón, culminando con la secuencia de la edición especial de Star Wars: Episodio IV – Una nueva esperanza que por sí sola justifica la alegría absoluta al saber que J.J. Abrams ha confiado en los efectos artesanales para Star Wars: El despertar de la Fuerza.
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